¿Es la sorpresa una emoción? Por supuesto, se trata de la más breve de todas, la que menos dura. A veces surge de repente y desaparece con la misma rapidez.
Se puede considerar que la sorpresa es una emoción neutra, ya que deriva en otra emoción negativa o positiva.
Nos asombramos cuando vemos algo por primera vez, cuando nos ocurren cosas que no esperábamos…
-La importancia de la sorpresa en el aprendizaje de los niños
El asombro y la sorpresa están muy ligados a la curiosidad y las ganas de aprender.
La sorpresa facilita que la atención se active, aparezcan conductas de exploración y de investigación y dirige nuestros procesos cognitivos.
Cuando los niños son muy pequeños y empiezan a descubrir el mundo, todo es nuevo y la sorpresa aparece fácilmente.
O cuando un niño se hace preguntas sobre el mundo, está dejándose asombrar por lo que le rodea, asombro que dará lugar a preguntas y a nuevos aprendizajes.
-Los padres debemos educar en la sorpresa y el asombro
La pedagoga María Montessori hizo énfasis en la importancia del asombro en el aprendizaje de los niños, ya que el motor de la motivación del niño es el asombro.
La capacidad del niño para pensar en cosas imposibles es maravillosa, por lo tanto, el asombro es un mecanismo innato en él.
Los padres, maestros y profesores jugamos un papel muy importante en la capacidad de asombro de los niños. De nuestras acciones depende en muchas ocasiones que el niño mantenga esa curiosidad innata o la vaya perdiendo.
Es cierto que hay niños más curiosos que otros, pero todos son curiosos por naturaleza y es importante respetar esta naturaleza.
-6 pautas para estimular el aprendizaje y la curiosidad en los peques.
1. Respetar los ritmos evolutivos de cada niño y sus tiempos. Pero sobre todo respetar al niño en su forma de ser y de aprender.
2. Evitar la sobrecarga de estímulos. El exceso de estímulos sensoriales que nos rodean puede llegar a saturar a los niños y no deja que se paren a pensar.
Por ejemplo, cuando hueles algo por primera vez, ese olor hace que te pares, que cierres los ojos... Pero, si estoy rodeado de olores, no hay oportunidad para pararse y hacer preguntas sobre ellos.
Por lo tanto hay que tratar de no sobre estimular a los niños y ofrecer momentos de tranquilidad a los niños.
3. Fomentar la curiosidad en los niños. Los niños, sobre todo cuando son pequeños, no paran de preguntar y preguntar sobre el mundo (¿por qué las gallinas ponen huevos?, ¿por qué las estrellas brillan?, ¿por qué, por qué, por qué?).
Ante estas preguntas muchas veces los padres damos respuestas cerradas o demasiado racionales, para satisfacer toda curiosidad y de una sola vez.
Si en lugar de responder directamente a ellas, empleamos esas preguntas para que los niños busquen las respuestas, facilitamos y favorecemos esa curiosidad, clave para el aprendizaje en los niños.
4. Proporcionar tiempo de juego en los niños. Este juego debe ser creativo y libre, es decir, dejar que jueguen a su aire, con materiales sencillos, dejando vía libre a la imaginación.
Además, podemos proponerles distintos juegos a los niños con los que trabajar las emociones como la sorpresa.
5. Fomentar la lectura. Los libros, además de fuente de conocimientos, son una puerta abierta a la sorpresa, a la imaginación... Podemos jugar a leer libros y cambiarles el final o animar a nuestros hijos a escribir sus propias historias.
6. Acompañar a los niños. En definitiva, se trata de acompañar a los niños en su propia manera de descubrir el mundo, ver con sus ojos y darles la oportunidad de descubrir el mundo por ellos mismos.
¿Es la sorpresa una emoción? Por supuesto, se trata de la más breve de todas, la que menos dura.
A veces surge de repente y desaparece con la misma rapidez. Se puede considerar que la sorpresa es una emoción neutra, ya que deriva en otra emoción negativa o positiva.
Nos asombramos cuando vemos algo por primera vez, cuando nos ocurren cosas que no esperábamos…
-La importancia de la sorpresa en el aprendizaje de los niños
El asombro y la sorpresa están muy ligados a la curiosidad y las ganas de aprender.
La sorpresa facilita que la atención se active, aparezcan conductas de exploración y de investigación y dirige nuestros procesos cognitivos.
Cuando los niños son muy pequeños y empiezan a descubrir el mundo, todo es nuevo y la sorpresa aparece fácilmente.
O cuando un niño se hace preguntas sobre el mundo, está dejándose asombrar por lo que le rodea, asombro que dará lugar a preguntas y a nuevos aprendizajes.
-Los padres debemos educar en la sorpresa y el asombro
La pedagoga María Montessori hizo énfasis en la importancia del asombro en el aprendizaje de los niños, ya que el motor de la motivación del niño es el asombro.
La capacidad del niño para pensar en cosas imposibles es maravillosa, por lo tanto, el asombro es un mecanismo innato en él.
Los padres, maestros y profesores jugamos un papel muy importante en la capacidad de asombro de los niños. De nuestras acciones depende en muchas ocasiones que el niño mantenga esa curiosidad innata o la vaya perdiendo.
Es cierto que hay niños más curiosos que otros, pero todos son curiosos por naturaleza y es importante respetar esta naturaleza.
-6 pautas para estimular el aprendizaje y la curiosidad en los peques.
1. Respetar los ritmos evolutivos de cada niño y sus tiempos. Pero sobre todo respetar al niño en su forma de ser y de aprender.
2. Evitar la sobrecarga de estímulos. El exceso de estímulos sensoriales que nos rodean puede llegar a saturar a los niños y no deja que se paren a pensar.
Por ejemplo, cuando hueles algo por primera vez, ese olor hace que te pares, que cierres los ojos... Pero, si estoy rodeado de olores, no hay oportunidad para pararse y hacer preguntas sobre ellos.
Por lo tanto hay que tratar de no sobre estimular a los niños y ofrecer momentos de tranquilidad a los niños.
3. Fomentar la curiosidad en los niños. Los niños, sobre todo cuando son pequeños, no paran de preguntar y preguntar sobre el mundo (¿por qué las gallinas ponen huevos?, ¿por qué las estrellas brillan?, ¿por qué, por qué, por qué?).
Ante estas preguntas muchas veces los padres damos respuestas cerradas o demasiado racionales, para satisfacer toda curiosidad y de una sola vez.
Si en lugar de responder directamente a ellas, empleamos esas preguntas para que los niños busquen las respuestas, facilitamos y favorecemos esa curiosidad, clave para el aprendizaje en los niños.
4. Proporcionar tiempo de juego en los niños. Este juego debe ser creativo y libre, es decir, dejar que jueguen a su aire, con materiales sencillos, dejando vía libre a la imaginación.
Además, podemos proponerles distintos juegos a los niños con los que trabajar las emociones como la sorpresa.
5. Fomentar la lectura. Los libros, además de fuente de conocimientos, son una puerta abierta a la sorpresa, a la imaginación... Podemos jugar a leer libros y cambiarles el final o animar a nuestros hijos a escribir sus propias historias.
6. Acompañar a los niños. En definitiva, se trata de acompañar a los niños en su propia manera de descubrir el mundo, ver con sus ojos y darles la oportunidad de descubrir el mundo por ellos mismos.