Técnica del volcán para niños con falta de autocontrol
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Técnica del volcán para niños con falta de autocontrol
Se trata de un método muy usado por psicólogos, maestros, pedagogos y cada vez más padres y madres. Con esta técnica se muestra al pequeño cómo aprender, poco a poco, a gestionar sus enfados y su ira y evitar de este modo que 'la lava' (su furia) se derrame.
En que consiste detalladamente la Técnica del volcán.
Este método trabaja el autocontrol de cada uno, el de tu hijo, sin ir más lejos que, quien como todo ser humano, debe aprender a gestionar sus emociones negativas. Porque enfados y rabietas tenemos todos, (dime que más de una vez no te dan ganas de ponerte a gritar, así como cuando eras pequeña).
Esta técnica de autocontrol para niños y niñas la puedes aplicar a cualquier edad y consiste, ni más ni menos, en asemejar los enfados a un volcán. Cuando el volcán está a punto de entrar en erupción hay que tratar de controlarlo para que la lava no se derrame. ¡Lo mismo que con los enfados y las rabietas de tus hijos!
Y, no podemos olvidar, que son cuatro los factores que llevan a una falta de autocontrol en el niño: el estrés, los padres, la genética y el ambiente. Debemos trabajar despacio y respetar los ritmos de cada niño.
Pasos para empezar la técnica del volcán.
Lo primero será dibujar con el niño un volcán en un folio, una pizarra etc…
Si el niño es muy pequeño lo dibujaremos nosotros pero que él lo vea. A continuación, le invitaremos a responder a estas preguntas. También las podemos poner por escrito al lado del dibujo del volcán para que quede más claro.
1. ¿Qué es lo que te ha hecho enfadar?
Si es muy pequeño o no sabe expresarse bien, ayúdale con preguntas concretas, por ejemplo, ¿estás enfadado porque te he dicho que ahora no podemos ir al parque? Aunque solo responde con un sí o no, ¡ya has avanzado mucho!
2. ¿Qué haces cuando te enfadas?
Igual que en la pregunta anterior puedes dejar que su respuesta sea libre y también puedes animarle con pequeñas frases. Visualizar la situación de cómo se comporta le servirá de mucho para ir cambiando estos actos por otros que le permitan canalizar la ira que siente en ese momento.
3. ¿Cómo te sientes?
Es importante averiguar cómo se siente el niño cuando está a punto de explotar como el volcán. De este modo, le estamos dando a entender que le comprendemos y qué podemos hacer algo para evitar esos sentimientos negativos.
4. ¿Se te ocurre algo que puedas hacer para no perder el control?
Ayuda a tu hijo a cambiar estas conductas por otras. A él puede que no se le ocurra nada, está enfadado y lo expresa como primero le sale. Pero tú sí que puedes darle algunas valiosas ideas: contar hasta 10, respirar hondo, apretar muy fuerte un cojín, dar un fuerte abrazo a mamá y papá...
Podemos poner el dibujo en lugar visible de la casa. Que no te sorprenda si no funciona a la primera ni a la segunda, son cosas que llevan su tiempo, pero ten por seguro que poco a poco dará sus frutos.
En que consiste detalladamente la Técnica del volcán.
Este método trabaja el autocontrol de cada uno, el de tu hijo, sin ir más lejos que, quien como todo ser humano, debe aprender a gestionar sus emociones negativas. Porque enfados y rabietas tenemos todos, (dime que más de una vez no te dan ganas de ponerte a gritar, así como cuando eras pequeña).
Esta técnica de autocontrol para niños y niñas la puedes aplicar a cualquier edad y consiste, ni más ni menos, en asemejar los enfados a un volcán. Cuando el volcán está a punto de entrar en erupción hay que tratar de controlarlo para que la lava no se derrame. ¡Lo mismo que con los enfados y las rabietas de tus hijos!
Y, no podemos olvidar, que son cuatro los factores que llevan a una falta de autocontrol en el niño: el estrés, los padres, la genética y el ambiente. Debemos trabajar despacio y respetar los ritmos de cada niño.
Pasos para empezar la técnica del volcán.
Lo primero será dibujar con el niño un volcán en un folio, una pizarra etc…
Si el niño es muy pequeño lo dibujaremos nosotros pero que él lo vea. A continuación, le invitaremos a responder a estas preguntas. También las podemos poner por escrito al lado del dibujo del volcán para que quede más claro.
1. ¿Qué es lo que te ha hecho enfadar?
Si es muy pequeño o no sabe expresarse bien, ayúdale con preguntas concretas, por ejemplo, ¿estás enfadado porque te he dicho que ahora no podemos ir al parque? Aunque solo responde con un sí o no, ¡ya has avanzado mucho!
2. ¿Qué haces cuando te enfadas?
Igual que en la pregunta anterior puedes dejar que su respuesta sea libre y también puedes animarle con pequeñas frases. Visualizar la situación de cómo se comporta le servirá de mucho para ir cambiando estos actos por otros que le permitan canalizar la ira que siente en ese momento.
3. ¿Cómo te sientes?
Es importante averiguar cómo se siente el niño cuando está a punto de explotar como el volcán. De este modo, le estamos dando a entender que le comprendemos y qué podemos hacer algo para evitar esos sentimientos negativos.
4. ¿Se te ocurre algo que puedas hacer para no perder el control?
Ayuda a tu hijo a cambiar estas conductas por otras. A él puede que no se le ocurra nada, está enfadado y lo expresa como primero le sale. Pero tú sí que puedes darle algunas valiosas ideas: contar hasta 10, respirar hondo, apretar muy fuerte un cojín, dar un fuerte abrazo a mamá y papá...
Podemos poner el dibujo en lugar visible de la casa. Que no te sorprenda si no funciona a la primera ni a la segunda, son cosas que llevan su tiempo, pero ten por seguro que poco a poco dará sus frutos.