Que un niño sea cariñoso no siempre es fácil. A los padres nos encanta que nuestros hijos sean cariñosos con nosotros y con los demás, por eso muchas veces intentamos inculcar ese valor en los niños sin éxito.
Tenemos que aprender a que el amor no se compra y que el niño, cuando esté preparado y le apetezca, tendrá gestos de afecto hacia nosotros o hacia otra persona.
También tenemos que aprender a 'no obligara los niños besara nadie'. Si insistimos, lo único que conseguiremos será crearle a nuestro hijo un rechazo hacia esa persona.
Mantendrá una actitud introvertida y distante, incluso se guardará el amor para sí mismo.
Una vez que tenemos en consideración esto, te voy a facilitar unos consejos para inculcar el valor del amor a los niños en tu día a día.
Es importante que jamás le falten los besos y los abrazos y que también respetes su momento. Quizás algún día, por cualquier motivo, a él no le apetece dar amor.
Regálale siempre que puedas un poco de tu tiempo para que ese vínculo que os une desde el primer momento que os mirasteis se vaya fortaleciendo y vaya creciendo.
Una forma de que vean lo que sientes por ellos es a través de esos instantes, en los que están malitos y tú te levanta a media noche. O te pasas toda una tarde terminando su disfraz para la función de Carnaval del colegio.
Esto que puede sonar un poco locura lo puedes hacer a través de los cuentos, de las poesías, de las películas...
Una forma de que vean lo que sientes por ellos es a través de esos instantes, en los que están malitos y tú te levanta a media noche. O te pasas toda una tarde terminando su disfraz para la función de Carnaval del colegio.
Esto que puede sonar un poco locura lo puedes hacer a través de los cuentos, de las poesías, de las películas...
No es cuestión de criar a niños prepotentes, egoístas y egocéntricos, sino de hacerle ver al niño que si él no se quiere es muy difícil que pueda transmitir amor a los demás.
¿Qué tal si le sorprendes haciendo algo que le guste? Seguramente después querrá devolver este gesto de afecto y cariño que has tenido hacia él y piense en algo que te pueda gustar a ti.
No es cuestión de criar a niños prepotentes, egoístas y egocéntricos, sino de hacerle ver al niño que si él no se quiere es muy difícil que pueda transmitir amor a los demás.
¿Qué tal si le sorprendes haciendo algo que le guste? Seguramente después querrá devolver este gesto de afecto y cariño que has tenido hacia él y piense en algo que te pueda gustar a ti.